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Traicionó a Boca, fue campeón con el América y hoy da lástima en la TV argentina

En Boca Juniors es odiado por todos, aunque en México dejó un legado en el América. Hoy lejos del fútbol, da vergüenza en la televisión.

Por Felipe Duque

En Boca Juniors es odiado por todos, aunque en México dejó un legado en el América. Hoy lejos del fútbol, da vergüenza en la televisión.
En Boca Juniors es odiado por todos, aunque en México dejó un legado en el América. Hoy lejos del fútbol, da vergüenza en la televisión.
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Muchos fanáticos de Boca recuerdan la época de 1985, donde el club atravesaba una de las crisis institucionales más grandes de toda su historia. El Xeneize estuvo a punto de rematar la Bombonera, y el club no tenía dinero para pagarle a sus jugadores, tal es así que estuvieron jugando ‘gratis’ durante meses. Todo parecía oscuro y además, sus referentes tomaban la decisión de soltarle la mano.

Así sucedió con Oscar Ruggeri, quien era uno de los mejores jugadores en la zona defensiva, pero que luego terminó yéndose gratis al eterno rival, River Plate. Esto nunca fue perdonado por los hinchas boquenses y a día de hoy, el campeón del mundo con Argentina en 1986 sigue siendo visto como uno de los traidores más grandes en la historia del club.

Lo cierto es que tras dejar Argentina, en el año 1992 tuvo un paso por México, precisamente por el América. Allí se reencontró con un viejo conocido: Hugo Sánchez y juntos lograron ser campeones de la Concachampions de aquel año. Hoy ya retirado y con 61 años, Ruggeri es panelista del reconocido programa argentino de ESPN, ‘F90’ y allí es protagonista de varios papelones.

Ruggeri pasa vergüenza en la TV argentina

El más reciente episodio sucedió con la periodista Morena Beltrán, quien reveló detalles sobre su relación amorosa con el zaguero central Tomás Mantia. Allí, reveló que ella habitualmente se hace cargo de algunos gastos: Vamos al cine, yo tengo la aplicación y saco las entradas, a lo que Ruggeri contestó:¿Cómo un central no va a pagar? Si no, después va a cabecear y dice: ‘No, hoy cabeceá vos, después cabeceo yo’. Eso lo hace dudar. El central es macho y paga.

 

 


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