Por Ramiro Diaz
Renato Della Paolera, periodista de ESPN, confirmó que la dirigencia de Boca Juniors está enojada con Diego Martínez tras sus declaraciones: “Me contaron que hay bronca en el Consejo de Boca con Martínez“, comentó.
Mientras que Martín Costa agregó: “Hoy alguien me dijo: ‘Se olvidó de los primeros tres refuerzos que llegaron en enero y después los puso siempre. Zenón, Lema y Blanco’“
La salida de Diego Martínez de Boca Juniors dejó varios interrogantes sobre su paso por el club. Sin embargo, sus recientes declaraciones han arrojado luz sobre la relación con la dirigencia y la forma en que se manejó el equipo durante su gestión.
En una entrevista, el ex entrenador xeneize afirmó que “hablamos de los puestos, no de nombres propios. Hemos charlado, pero no de la forma que estaba acostumbrado: poder participar, pero es una manera de aprender y de crecer. Los nombres, fueron decisión del Consejo de Fútbol. Principalmente hablaba con el Chelo Delgado de los puestos y las necesidades que tenía el equipo”.
Estas declaraciones confirman lo que muchos sospechaban: la dirigencia de Boca Juniors tuvo una injerencia directa en las decisiones deportivas, incluso en lo que respecta a la conformación del plantel. Martínez, si bien tuvo la última palabra en algunos aspectos, reconoció que la elección de los jugadores fue una decisión que estuvo fuera de su alcance.
¿Quién decide en Boca?
Las palabras de Martínez ponen de manifiesto la concentración de poder en el Consejo de Fútbol de Boca Juniors. Si bien es común que los dirigentes tengan un peso importante en las decisiones deportivas, en el caso del Xeneize esta injerencia parece haber sido aún mayor.
Esta situación ha generado un debate sobre el rol que debe tener un entrenador en un club de fútbol. ¿Debe tener total libertad para armar su equipo o debe adaptarse a las decisiones de la dirigencia?
Las consecuencias de la injerencia
La injerencia de la dirigencia en las decisiones deportivas puede tener consecuencias tanto positivas como negativas. Por un lado, puede permitir que el club tenga un proyecto deportivo a largo plazo. Por otro lado, puede limitar la capacidad del entrenador para desarrollar su propio estilo de juego y tomar decisiones tácticas.
En el caso de Boca Juniors, el tiempo dirá si la decisión de concentrar el poder en el Consejo de Fútbol fue la correcta. Lo cierto es que las declaraciones de Martínez han generado un gran debate y han puesto en el centro de la discusión la relación entre dirigentes y entrenadores.
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