Por Felipe Duque
La Selección Argentina sufrió uno de los golpes más duros de su historia. Y es que los dirigidos por Lionel Scaloni llegaban en un estado de forma increíble, siendo el equipo invicto campeón de América hace más de 36 partidos, pero de manera sorpresiva cayó 2-1 ante una Arabia Saudita que hizo todo bien, golpeó cuando tenía que golpear y sacó todo lo que pudo de su área.
Muchos argentinos estamos desilusionados con este partido, ya que para la mayoría, es un partido que la Selección Argentina debe ganar si aspira a ser campeón mundial. Sin embargo, aún queda un recorrido por delante y la Albiceleste deberá ganar los dos encuentros que quedan, tanto contra México como contra Polonia si desea depender de sí misma.
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Lionel Messi fue el que rompió el silencio luego de que la Argentina cayera en su debut y opinó acerca de cómo les pesó el trámite del partido: “Sabíamos que Arabia es un equipo con buenos jugadores, que mueve bien la pelota y que adelanta mucho la línea. Lo trabajamos, pero nos aceleramos”, dijo en primera instancia.
“Ahora tenemos que demostrar que somos un grupo de verdad. No hay excusas. Tenemos que estar unidos y levantar”, fue lo que expresó el capitán luego de asimilar la derrota. Argentina recibió un cachetazo fuertísimo y esto puede tener dos opciones: el devacle y volvernos antes de lo esperado, o un punto de inflexión donde los jugadores tengan en claro lo que significa el Mundial.
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