Por Felipe Duque
El principal objetivo de Boca de cara al segundo semestre del año será pelear hasta el final en la Copa Libertadores y si es posible, quedarse con el título. Para ello será una necesidad prácticamente obligatoria fichar por lo menos, entre tres y cuatro nuevos jugadores para que se sumen al plantel de Jorge Almirón y aporten su jerarquía.
Lo cierto es que como es habitual, Boca sueña con nombres de jerarquía mundial y es que en estas últimas semanas, futbolistas de la talla de Edinson Cavani, Mauro Icardi o incluso Leandro Paredes comenzaron a sonar en los pasillos de la Bombonera. Sin embargo, la danza de nombres no quedó ahí, sino que en Boca sueñan con la llegada de Sergio Ramos.
El ídolo del Real Madrid anunció que quedará libre del PSG luego del 30 de junio y lejos de pensar en el retiro, a sus 37 años quiere seguir compitiendo ya sea en Europa o en cualquier continente que sea de su atractivo. Lo cierto es que hace unas semanas, el español había manifestado en una entrevista en Bolavip que uno de sus sueños pendientes es jugar en la Bombonera con la camiseta de Boca.
En este contexto, Juan Román Riquelme está analizando la manera de convencer a Ramos para que llegue a la Argentina y defienda nuestros colores. Una de las ideas del vicepresidente será darle al zaguero central un lujo que nadie posee dentro del plantel: tener el salario más elevado de todos, superando los 2.7 millones de dólares anuales que percibe Marcos Rojo.
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