Jugó en Boca, fue detenido por violencia de género y hoy su víctima pierde la vida

Boca tuvo que convivir con un caso judicial muy complicado que tiene como protagonista a Sebastián Villa, pero lo cierto es que años atrás tuvo a un jugador en sus filas con antecedentes aún más graves que el colombiano. Hablamos de Óscar Junior Benítez, futbolista que pasó por el Xeneize allá por los años 2017 y 2018, donde nunca pudo ganarse un lugar en el once inicial con Guillermo Barros Schelotto como entrenador. Lo cierto es que el delantero tiró su carrera profesional a la basura.

Tras su salida de Boca, el futbolista pasó un tiempo en Argentinos Juniors para luego viajar a México tras ser fichado por Atlético San Luis. Allí compartió un año con Anabelia Ayala, quien en ese entonces era la pareja del futbolista surgido en Lanús. Sin embargo, ella se volvió al país después de haber sufrido varios episodios de violencia de género por parte del jugador. TN afirma que también “fue acusado de desobedecer una orden de restricción impuesta en su contra. Fue condenado a 6 meses de prisión en marzo del 2022 y volvió a ser arrestado en febrero del año pasado”.

Lo cierto es que Junior Benítez está imputado por el delito de “coacción agravada por el empleo de arma de fuego en concurso real, con daños, amenazas y desobediencia”. Ya en febrero de 2023, el futbolista desobedeció la orden de restricción que tenía para acercarse a la víctima y a su familia a menos de 300 metros y volvió a amenazarlos. Allí volvió a ser detenido. Sin embargo, hoy en 2024, su ex pareja fue encontrada sin vida.

¿Qué sucedió?

De acuerdo a la información que brindó la prima de la víctima, ella “no aguantó” y se quitó la vida debido al hostigamiento que recibía desde hace años por parte de Benítez. “Él tiene plata y arregló salir con domiciliaria. Igualmente, este hijo de puta iba hasta la casa y la amenazaba. Ella vivía con su familia, y todos sabíamos que podía terminar así, porque no aguantó, se desgastó”, dijo Belén García. “La hostigaba constantemente y la molestaba por videollamada. Decidió terminar con su vida para no soportar más los maltratos. La psicopateó por 5 años y no pudo más”, agregó.