Por Felipe Duque
Un 26 de junio del año 2011, fecha que muchos recordamos por el descenso de nuestro eterno rival, River Plate, Boca se jugaba la final de la Copa Libertadores Sub 20 contra Universitario de Perú en el Estadio Monumental donde tras empatar en los 90 minutos 1-1, el partido se fue a la definición por tanda de penales, situación que en la historia favorece a Boca.
Sin embargo, los juveniles del Xeneize no estuvieron precisos en la definición y fue el futbolista Mauricio López Torino quien se encargó de patear el último penal para los peruanos y marcarlo para que estos se queden con la tan ansiada Copa Libertadores. Sin embargo, el autor de este penal tiene una historia muy particular que pocos conocen.
Mauricio López, quien también tuvo la oportunidad de jugar con el primer equipo de Universitario, tomó la difícil decisión de retirarse a la corta edad de 25 años. “Vuelvo a Universitario, me quieren prestar a otro equipo, pero en el único equipo en donde me veía era la ‘U’ porque ya me sentía preparado. Solo quería jugar en la ‘U’. Entonces cuando me dicen que ya no tenía chances, que me querían prestar, ya no quise seguir jugando, solo me veía en la ‘U’”, mencionó.
Tras retirarse, Mauricio continuó con su carrera como profesional donde hoy se destaca como comerciante: “Estoy en Embajadur con exjugadores como Rainer Torres, ‘Negro’ Galván, Carlos Orejuela, todos hinchas ‘cremas’. Me encargo del área comercial, ayudo a que la gente se una a la causa, que es recaudar fondos para la ‘U’. También veo servicios visuales corporativos (medición de vista, lentes, monturas, lentes de contactos) y seguros (vehiculares, salud, soat y empresas)”.
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