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No estuvo a la altura de Boca y el calvario que vive Darío Benedetto en Olimpia

El delantero no está pasando por un buen presente en su carrera.

Por Ramiro Diaz

Darío Benedetto
Darío Benedetto
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Darío Benedetto, un nombre que resonó con fuerza en el fútbol argentino, especialmente en Boca Juniors, vive un presente turbulento que contrasta fuertemente con los momentos de gloria que supo cosechar. Su segundo ciclo en el club xeneize, lejos de reeditar los éxitos del primero, dejó una imagen deslucida y, tras un breve paso por México, su llegada a Olimpia de Paraguay se ha convertido en un auténtico calvario. La reciente derrota en la final de la Supercopa ante Libertad desató la furia de los hinchas paraguayos, quienes no dudaron en apuntar directamente contra el delantero argentino, dejando en evidencia un declive futbolístico y una desconexión con la afición que preocupa y entristece a quienes alguna vez lo idolatraron.

La historia de Benedetto en Boca Juniors se divide en dos capítulos bien diferenciados. El primero, entre 2016 y 2019, fue un romance idílico. El "Pipa" se convirtió en un goleador implacable, ídolo de la hinchada y pieza clave en la obtención de títulos. Sus goles, su entrega y su identificación con los colores azul y oro lo catapultaron a un lugar privilegiado en el corazón de los boquenses. Sin embargo, su regreso en 2022, tras una etapa en el Olympique de Marsella, no fue lo esperado. Si bien tuvo algunos destellos, nunca logró recuperar el nivel superlativo que lo había caracterizado en su primera etapa. Su rendimiento fue irregular, marcado por lesiones y una notoria falta de conexión con el juego del equipo. Además, algunas actitudes y declaraciones generaron controversia y erosionaron la imagen que había construido.

Este segundo ciclo en Boca dejó una sensación agridulce. Los hinchas recordaban con nostalgia al Benedetto goleador, pero se encontraban con una versión desdibujada, lejos de aquel jugador determinante. Su salida del club se dio en medio de cierta indiferencia, lejos de la ovación que seguramente hubiera recibido en otro momento. Un breve y poco fructífero paso por el Querétaro de México precedió a su llegada a Olimpia, donde se esperaba que pudiera reencontrarse con su mejor versión.

El desembarco en Paraguay generó ilusión en la afición del Decano. La presencia de Martín Palermo en el banco, un ídolo de Boca con quien Benedetto compartió vestuario, alimentaba la esperanza de que el delantero pudiera recuperar su olfato goleador. Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente. Desde su llegada, Benedetto no ha logrado mostrar el nivel que se esperaba de él. Su participación en el equipo ha sido discreta, sin goles ni actuaciones destacadas que justifiquen su contratación.

La gota que derramó el vaso fue la derrota en la final de la Supercopa ante Libertad. Olimpia, que llegaba como campeón del torneo local, cayó ante su clásico rival y la frustración de los hinchas se concentró en la figura de Benedetto. Los comentarios lapidarios no tardaron en aparecer. "El peor Benedetto. Vino a caminar, inútil", fueron algunas de las expresiones que se escucharon en las inmediaciones del estadio. Otro hincha, visiblemente enojado, apuntó contra Palermo por no haberlo sustituido antes: "Palermo tuvo la culpa. Benedetto no anda, no sé. A los 5 minutos, 10 minutos, le tenía que haber sacado ya, no le sacó. Nombre acá no sirve. El jugador que tenga que jugar lo que necesitamos, no que esté con nombre. Pero Olimpia siempre campeón".

Estas declaraciones, lejos de ser aisladas, reflejan el sentir de una parte importante de la afición de Olimpia. La decepción con el rendimiento de Benedetto es palpable y las críticas son cada vez más duras. La imagen de un jugador que alguna vez fue ídolo se ve seriamente comprometida.

El análisis del declive:

¿Qué ha llevado a este declive en la carrera de Darío Benedetto? Son varios los factores que pueden explicar esta situación. En primer lugar, es innegable que el paso del tiempo y las lesiones han afectado su rendimiento físico. Benedetto ya no es el jugador explosivo y veloz que deslumbró en su primera etapa en Boca. Su capacidad para desmarcarse y generar peligro en el área se ha visto disminuida.

En segundo lugar, la falta de continuidad y la inestabilidad en su carrera en los últimos años han influido negativamente. Tras su salida de Boca, no logró consolidarse en el Olympique de Marsella ni en el Querétaro. Esta falta de rodaje y de confianza se ha trasladado a su rendimiento en Olimpia.

En tercer lugar, el contexto y las expectativas también juegan un papel importante. Benedetto llegó a Olimpia con la presión de ser una figura importante y de marcar la diferencia. Sin embargo, no ha logrado adaptarse al fútbol paraguayo ni conectar con sus compañeros. La exigencia de la hinchada, sumada a la presión por los resultados, ha generado un ambiente adverso que ha afectado su rendimiento.

El futuro incierto:

El futuro de Darío Benedetto en Olimpia es incierto. Si bien tiene contrato con el club, su continuidad podría estar en duda ante el descontento de la afición y su bajo rendimiento. Una rescisión de contrato o una cesión a otro club podrían ser opciones viables.

Más allá de lo que suceda con su futuro inmediato, lo cierto es que la imagen de Benedetto ha quedado seriamente dañada. El recuerdo del goleador implacable que brilló en Boca se ve opacado por un presente gris y marcado por las críticas. El fútbol, a veces, tiene estas ironías. Un ídolo puede caer en el olvido en cuestión de meses, víctima de su propio declive y de las exigencias de un deporte que no perdona. La historia de Darío Benedetto sirve como un recordatorio de lo efímero que puede ser la gloria y lo implacable que puede ser el juicio del público. Queda por ver si el "Pipa" podrá revertir esta situación y reencontrarse con su mejor versión, o si este será el principio del fin de una carrera que alguna vez prometió mucho más.


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