No es Pergolini: supo ser parte de la dirigencia de Ameal en Boca y ahora destrozó a Riquelme

La derrota de Boca ante Alianza Lima generó un fuerte revuelo en el mundo xeneize y dejó en evidencia las tensiones dentro del club. Uno de los que no dudó en expresar su descontento fue Martín Mendiguren, dirigente identificado con la gestión de Jorge Ameal, pero que hoy se encuentra distanciado de la actual conducción.

En diálogo con Mundo Boca Radio, Mendiguren fue contundente sobre la situación institucional: “En el club hay una grieta enorme, no solo entre los dirigentes, sino también entre los hinchas. Se pelean la popular con la platea, no te dejan manifestar”.

Además, señaló que la política interna de Boca está reducida a una disputa de poder: “Me da la sensación de que esto es un jueguito entre dos, entre Macri y Riquelme”.

Duro contra Riquelme y su entorno

El exdirigente también hizo un fuerte llamado a cambiar el rumbo del club y cuestionó la falta de una conducción clara más allá de Juan Román Riquelme. “Hay que convocar a todos los dirigentes que tengan buena fe y cambiar el rumbo 180 grados. Que Román empiece a rodearse de gente que realmente quiera lo mejor para Boca”, afirmó.

Sin embargo, Mendiguren fue más allá y aseguró que hoy el club carece de una estructura dirigencial sólida: “Boca no tiene dirigentes”. Aunque rápidamente se corrigió: “Mentira, sí hay uno, y es Jorge (Ameal), pero no le dan bola”.

El principal foco de su crítica fue la concentración del poder en manos de Riquelme y su hermano Cristian: “El gran problema acá es que el club lo manejan Riquelme y el hermano. Entonces, si no hay dirigentes que tomen decisiones y le digan las cosas a Román, es muy difícil. Román tiene que tener humildad y escuchar a quienes tiene al lado, si es que tiene a alguien”.

La interna política en Boca, más encendida que nunca

Las palabras de Mendiguren no hacen más que evidenciar una interna dirigencial que se profundiza con el correr de los meses. Mientras el oficialismo busca consolidarse de cara a los desafíos deportivos y la organización del Mundial de Clubes 2025, las voces críticas comienzan a tomar mayor protagonismo.

La conducción de Riquelme ha sido cuestionada en distintos momentos por la falta de consenso en la toma de decisiones y el manejo cerrado de la estructura dirigencial. Ahora, con resultados deportivos que generan dudas, las críticas internas se hacen más fuertes.

Boca atraviesa un momento clave en lo futbolístico e institucional. La grieta dentro del club parece estar lejos de cerrarse y, con las elecciones cada vez más cerca, todo indica que la disputa de poder se profundizará aún más.