Fue campeón del mundo con Boca, jugó con Messi y hoy tiene una bodega de vinos

A lo largo de la historia, una cantidad innumerable de jugadores exitosos pasaron por Boca Juniors y también lograron dejar su huella dentro del equipo. La época dorada del club la conocemos todos y para ello nos tenemos que remontar a los primeros años de la década de los 2000. Allí, el conjunto de la Ribera tocó el cielo con sus manos, habiendo obtenido una cantidad impresionante de títulos, siendo la Copa Intercontinental 2000 y 2003 los trofeos más importantes de aquellos tiempos.

Uno de los jugadores que fue protagonista de dicha hazaña fue Nicolás Burdisso, uno de los mejores defensores centrales argentinos de los últimos tiempos. Lo cierto es que Burdisso se formó en las divisiones inferiores del Xeneize y allí fue cuando le tocó vivir los mejores años de la institución con Carlos Bianchi como entrenador. En el año 2004, tras su gran nivel en Boca, fue vendido a Inter de Milan y allí comenzó con su extensa carrera en Europa, hasta que en el año 2018 colgó los botines.

Tras dejar de jugar al fútbol, lo cierto es que Burdisso quiso seguir ligado al mundo de este deporte y apenas terminó su contrato con Torino, regresó a la Argentina para comenzar con su carrera de mánager deportivo. Entre los años 2018 y 2019, el ex defensor central fue director del Xeneize donde trajo a jugadores como el propio Daniele De Rossi. La actividad le gustó mucho, por lo que a día de hoy se sigue dedicando a esto, pero ahora lo hace en Fiorentina desde el año 2021.

El emprendimiento de Burdisso

Si bien es cierto que Burdisso aún sigue ligado al mundo del fútbol, también es una realidad que este posee un emprendimiento que nada tiene que ver con ello. Resulta que junto con su esposa, Belén Soler Valle, dirige una bodega de vinos la cual se llama Vinos de Potrero, un claro guiño al mundo del deporte rey. La bodega se ubica en Gualtallary en el Valle de Uco en Mendoza, la provincia argentina vitivinícola por excelencia.