Por Felipe Duque
Boca Juniors viene arrastrando un presente bastante pobre, siendo uno de los peores inicios del equipo en un torneo local desde hace años. Pasaron 12 fechas de la Liga Profesional y Boca se ubica en el puesto N°18 a 16 puntos del único líder. A estas alturas ya es difícil pensar en un nuevo título de liga y el Xeneize debería volcar sus esperanzas a los torneos internacionales.
Para tratar de enderezar a Boca, Juan Román Riquelme tomó la decisión de contratar a Jorge Almirón como entrenador del primer equipo. Sin embargo, en sus dos primeras presentaciones como DT no logró plasmar su idea de juego o al menos, los jugadores no respondieron a dicha idea y acumuló dos derrotas consecutivas (San Lorenzo y Estudiantes).
Lo cierto es que el director técnico con pasado en Lanús, no está conforme con la actualidad de ciertos jugadores del plantel y ante el bajo rendimiento de varios de ellos, ya tomó la primera y dura decisión. Se supo que luego de la derrota ante el Pincha, Almirón ordenó a que todos los futbolistas queden concetrados para así, comenzar a primera hora del día domingo a entrenar.
Los jugadores fueron liberados recién por la tarde del día domingo, esto quiere decir que estuvieron enfocados precisamente en la corrección de errores y sobre todo, en levantar anímicamente como grupo. Durante la práctica de este día lunes, Almirón ya probó con una práctica de fútbol y la misma dejó varias sorpresas.
Recordemos que Boca se enfrentará en el día de mañana a Deportivo Pereira por la segunda fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores. Pensando en este choque, Almirón tomó varias decisiones, como mantener a Valentín Barco en el once titular, el regreso de Nicolás Figal y la aparición de Norberto Briasco en la delantera.
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